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Impactos Ambientales del Proceso Constructivo

impactos ambientales

Si nos preguntaran cómo de “sostenible” (“ecológico” ya no está tanto de moda) es un producto, es decir, los impactos ambientales, seguramente recurriríamos a ideas que tenemos preconcebidas: si es plástico: malo; si es madera: bueno; si es de hormigón: malo; si es de piedra: bueno,… y no pensamos por ejemplo, que en un lugar donde no hay madera en abundancia, seguramente se tenga que transportar desde muy lejos, que seguramente ese transporte consuma mucho combustible fósil (si es un barco mucho más) y que la madera a lo largo de su vida útil necesitará un mayor mantenimiento y que su uso, si no es adecuado, directamente será inservible a los pocos años de haberla colocado, con lo que necesitaremos de otro material para sustituirla y si está podrida o atacada por termitas no podremos reutilizarla (y conste que, a priori, no tengo nada en contra del uso de la madera).

Este es un ejemplo de la necesidad de evaluar todo el proceso en global, “de la cuna a la tumba” no sólo de los materiales que empleamos, sino del uso y el fin de los mismos (el proceso) para saber en realidad que estamos diciendo cuando decimos que algo es “sostenible”.

En un mercado sin otro fin que el beneficio económico, que hace del marketing una estrategia de ventas que no cuenta toda la verdad o directamente miente, se hace necesaria la concienciación de que hay que fijar unas reglas para que no nos den “gato por liebre”. Reglas que estén basadas en datos contrastados y públicos para que podamos tomar decisiones fiables y no inventadas o dirigidas desde la mercadotecnia, que buscan calmar nuestra conciencia “ecológica” a base de consumir productos supuestamente amigables con el medio ambiente o nuestra salud (véase el uso y abuso de términos en alimentación como “light”, “bio”, “eco”, etc).

¿Qué es el Análisis de Ciclo de Vida?

La norma UNE-EN ISO 14040 define el Análisis de Ciclo de Vida (en adelante ACV) como “una técnica para evaluar los aspectos ambientales y los potenciales impactos asociados con un producto, proceso o actividad mediante: la recolección de un inventario de las entradas y salidas relevantes de un sistema, la evaluación de los potenciales impactos medioambientales asociados con esas entradas y salidas, y la interpretación de los resultados de las fases de análisis y evaluación de impacto de acuerdo con los objetivos del estudio”.

El ACV se compone de una seria de etapas interrelacionadas como son:

  1. Definición de objetivos y alcance
  2. Análisis de inventario
  3. Evaluación de impacto
  4. Interpretación o análisis de mejoras

1. Objetivos y Alcance del ACV

En los objetivos y el alcance del ACV deberemos definir cuáles son nuestros objetivos y los impactos ambientales que vamos a evaluar (fases en las que consideremos relevante el estudio, impactos que consideremos, si el ACV será comparativo con otro sistema o no,…)

Si se trata de analizar un proceso constructivo, los resultados obtenidos podrán servir para reflexionar sobre la conveniencia de su aplicación, como una variable más (impacto medioambiental) dentro del conjunto de decisiones que intervienen en la definición del proyecto arquitectónico: economía, funcionalidad, adecuación al entorno, normativa urbanística, etc.

Supongamos por ejemplo que vamos a comparar mediante ACV dos métodos (llamémosles métodos 1 y 2) de construcción de una vivienda. Deberemos definir unas condiciones iguales de partida: misma superficie y forma, misma localización, mismo uso; limitaremos las fases a estudiar, por ejemplo, la fase de construcción (incluyendo el proceso de fabricación y materias primas) y fase de uso (con indicación de la vida útil y la energía a utilizar). Con esta limitación estamos dejando fuera del estudio las fases de demolición y transporte a vertedero o su posible reutilización. Como vemos el ACV puede ser tan amplio como queramos.

2. Esquema de objetivos y alcance

El Inventario del Ciclo de Vida (ICV) es un proceso técnico basado en datos para cuantificar la energía y materias consumidas, las emisiones a la atmósfera y las aguas, los residuos sólidos y cualquier otro vertido al medio durante el ciclo de vida de un producto, proceso, material o actividad.

Siguiendo con el ejemplo comparativo de ACV de nuestra vivienda, definiremos en las diferentes fases consideradas, lo elementos constitutivos de cada sistema a comparar. En la fase de construcción los elementos constitutivos por m2 útil de vivienda (elementos de estructura, albañilería, carpintería y acabados); en la fase de uso los elementos que consumen energía por m2 útil de vivienda (electrodomésticos, climatización, iluminación, etc)

Para la realización del inventario, se hace necesaria la recopilación de datos referida a cada material utilizado en la construcción y la simulación (cálculo) de los consumos de instalaciones y equipos en los dos modelos a comparar.

Para lo primero deberemos tener acceso (y este es uno de los puntos más conflictivos del ACV) a los datos medioambientales de la fabricación de cada elemento constructivo. Para ello y dada la dificultad de las empresas en hacer públicos estos datos, debemos acudir a bases de datos que cuantifiquen diferentes impactos ambientales asociados a cada producto. Existen diferentes organismos que realizan estudios sobre el tema como el banco de datos BEDEC del Instituto de Tecnología de la Construcción de Cataluña (ITEC).

Sobre el consumo energético habrá que utilizar algún programa de simulación como DesignBuilder, que es una herramienta de simulación energética de edificios desarrollada para el proceso de modelado y análisis de resultados, que utiliza como motor de cálculo el sistema Energyplus, desarrollado por el departamento de energía de Estados Unidos.

3. Evaluación de los Impactos Ambientales

Para la evaluación de los impactos ambientales, consideraremos el grupo de factores que vamos a tener en cuenta a la hora de evaluar los impactos medioambientales.

Existen diferentes metodologías de evaluación de impacto de ciclo de vida, aunque se pueden agrupar en dos grandes grupos:

– Metodologías “midpoints” o de impactos de efecto intermedio, que son las que tienen como resultado la definición de un perfil ambiental mediante la cuantificación del efecto ambiental sobre diversas categorías del proceso, producto o servicio analizado.

– Metodologías “endpoints” o de impactos de efecto final, que son las que analizan el efecto último del impacto ambiental, es decir, tratan de identificar y definir el daño causado al hombre y a los sistemas naturales.

A modo de ejemplo, uno de los métodos “Midpoints” más conocido es el método CML2000, por considerarse el estado del arte de las metodologías de efecto intermedio, con las siguientes categorías:

– Acidificación (CML2000- Air Acidification): Se produce por reacción de ciertos gases (principalmente óxidos de azufre y nitrógeno) con partículas de la atmósfera que vuelven a la superficie en forma de lluvia ácida dañando el medio ambiente por ser ésta corrosiva. Las principales fuentes de acidificación provocadas por el hombre son los procesos de combustión en la obtención de energía, en el transporte y en la calefacción. El método utilizado es el CML (Huijbregts, 1999). La sustancia de referencia es el H+ y SO2.

– Agotamiento de los recursos abióticos o no renovables (CML2000-Depletion of abiotic resources): Tiene lugar cuando la extracción de materias primas como el petróleo o minerales se realiza con mayor rapidez de lo que es capaz de regenerarse. Se evalúa con relación al tamaño de las reservas disponibles de cada recurso. El método utilizado es el de CML (Heijungs et al., 1997). La sustancia de referencia utilizada es el Sb.

– Eutrofización (CML2000-Eutrophication): Se produce por la emisión de sustancias que contengan N y P que llegan a los ecosistemas, principalmente al agua, afectando sus patrones relativos de crecimiento. Esto puede producir cambios indeseables en la población de las distintas especies en el ecosistema y por tanto puede ser una amenaza para la conservación de la biodiversidad. Los principales elementos eutrofizantes son el nitrógeno, fósforo y la emisión de materia orgánica. El método utilizado es el de CML (Heijungs et al., 1992). La sustancia de referencia utilizada es el PO4-3.

– Calentamiento Global o Efecto invernadero (CML2000-Greenhouse effect (direct, 100 years): Es el aumento progresivo de temperatura en la atmósfera terrestre, que se debe a la absorción de energía radiante en la atmósfera causada principalmente por el aumento de concentración de CO2. Otros compuestos, como los clorofluorocarbonos (CFC), N2O y CH4 también contribuyen en gran medida al efecto invernadero. El método CML 2000 está basado en una lista provisional de potenciales de calentamiento global (Global Warming Potentials GWPs) construida por el Panel Internacional de Cambio Climático (IPCC) y publicada en 1992. La substancia de referencia es el CO2.

– Toxicidad Humana, acuática y terrestre: En estas categorías se contemplan los efectos sobre los humanos y los ecosistemas acuáticos y terrestres de las sustancias tóxicas en el medioambiente. El método utilizado es el de Huijbregts (1999) que está basado en la utilización adaptada del programa USES 2.0. La sustancia utilizada de referencia es el 1-4-iclorobenceno.

– Agotamiento de la capa de ozono (WMO-Depletion of the ozone layer (average)): Es la agresión a la capa de ozono que provoca la emisión de ciertos gases, principalmente clorofluorocarbonos (CFC) y otros gases de vida larga que contienen Cl y Br en su composición. Ello conlleva a un aumento de la radiación ultravioleta que llega a la superficie terrestre, que es perjudicial para los organismos vivos. La sustancia de referencia utilizada es el CFC-11.

– Oxidación fotoquímica (WMO-Photochemical oxidant formation (average): Los oxidantes fotoquímicos se crean como consecuencia de la reacción de óxidos de nitrógeno (NOx) y de azufre (SOx) como compuestos orgánicos volátiles (COV) bajo la influencia de la luz. Estos forman la niebla tóxica conocida como “smog fotoquímico”. Las fuentes más significativas de COV provocadas por la actividad humana son el uso de disolventes orgánicos y la combustión incompleta en el transporte por carretera de gasolina y diesel. La sustancia de referencia utilizada es el etileno.

En determinados ACV, se considera la valoración o ponderación global de los resultados de las distintas categorías de impacto en un resultado único o índice ambiental. Este paso puede resultar muy controvertido pues significa emitir juicios subjetivos sobre qué categoría es más perjudicial y en qué proporción respecto a las otras.

Siguiendo con nuestro ejemplo de ACV comparativo de una vivienda mediante dos métodos podrían ser más), conociendo ya los elementos que componen el proceso en las respectivas fases (construcción y uso) y los datos referidos a la evaluación del impacto (banco de datos, información facilitada por empresas u organismos, etc) estamos ya en condiciones de analizar los resultados y tomar decisiones de proyecto.

4. Una vez conocidos los resultados del ACV

Faltaría la interpretación y análisis del mismo, considerando de forma pormenorizada: por fases, por materiales, por consumos de las instalaciones, y por impactos ambientales, dónde están los mejores y peores resultados y dónde se puede mejorar y en qué aspecto, pudiendo elegir, ahora si con conocimiento argumentado, los materiales y equipos que formarán parte de nuestra obra, en nuestro caso una vivienda, si son “sostenibles” y en qué categoría de impactos ambientales influyen.

Conclusión

Aunque todo lo resumido anteriormente (si, es un resumen), resulta en principio muy complicado, en realidad no lo sería tanto, SI:

  • Las empresas facilitaran datos reales y verificados sobre los consumos de materias primas, emisiones y energías utilizadas en la fabricación de sus productos
  • Se dispusiese esa información de manera pública para aumentar las bases de datos existentes
  • Se mejorara el software de cálculo de ACV para diferentes aplicaciones, en concreto para la construcción
  • Se regulara en base a estos datos las etiquetas sobre sostenibilidad

Se que esto no es fácil. Ya en la Unión Europea llevan años debatiendo sobre el tema sin apenas solución práctica ni regulación alguna. Por ello yo apelo al sentido común, que aun no siendo tan exacto como un ACV, si podemos simplificar muchos datos y cálculos. Ahí van mis recomendaciones para la construcción sostenible de forma muy genérica:

  • Reutiliza, rehabilita, economiza. Antes de construir algo de cero, intenta utilizar algo que ya esté construido, dándole una segunda vida
  • Intenta utilizar materiales locales. Los transportes consumen y contaminan
  • Si en la fabricación del material se utilizan combustibles fósiles, evítalos o redúcelos o al menos usa los que hayan consumido menos energía en su fabricación
  • Utiliza soluciones de diseño antes que de “instalaciones” para reducir la demanda energética. Buena orientación y elementos de protección / captación solar pueden ahorrar energía y dinero
  • Mira la arquitectura tradicional de la zona, te dará muchas pistas sobre solucionar problemas con pocos medios
  • Piensa en el final de la vida útil ¿Cómo serán los residuos? ¿se podrá reutilizar?

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Trabajamos en proyectos como la arquitectura bioclimática para ayudar y aplicar los conceptos mencionados en este artículo.

Categorías: La casita
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